Me encanta realizar productos personalizados por varios motivos, aunque el principal es que cada producto realizado es único e irrepetible, hecho con mucho cuidado y cariño, y lleva un pedacito de mí. Es genial ver que de materiales que por sí solos no dicen nada (cartones, papeles, lazos...) puedo llegar a diseñar y hacer mis propias creaciones, es decir, mis ideas materializadas. Son el fruto del tiempo que lleva elegir los materiales, combinar los colores, utilizar diferentes texturas.. y después de varias horas de cortar y pegar... tengo el resultado en mis manos listo para entregar. Lo mejor de todo es ver que la persona a la que le has hecho un regalo especial para ella sonríe cuando lo recibe y te dice.. ¡¡Qué bonito!! Sin embargo hay regalos que todavía son más personales porque utilizo materiales que no se compran, sino que me los dan para que los utilices. Son dibujos de niños, fotos, contornos de manitas y pies de recién nacios... Un recuerdo para toda la vida. Ahora...